Entonces, extraño a alguien que nunca existió,
nuevamente erróneo
mi corazón se la jugó.
Y vuelvo ser frágil,
a no dejar de pensar,
lo que pudo ser vuelve a desparecer.
y me pregunto si puedo amar,
si el arbol de la esperanza no se vuelve a deshojar.
Entonces, desisto.
cobarde voluntad de amor
que se esfuma sin preguntar
Abriendo la vieja herida
que yo dejé sanar
con una sola promesa: No volverme a enamorar.
martes, 4 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario